jueves, 3 de diciembre de 2009

Análisis de la elasticidad de los precios

“La elasticidad de los precios del tabaco"

www.elblogsalmon.com / 10 de febrero de 2009

La máquina de dinero que es el negocio del tabaco está sufriendo un poquita con las leyes, con los nuevos impuestos que han introducido y que vendrán, y con las bajadas de precios que han introducido las empresas. No obstante, está claro que los altos márgenes y los flujos multibillonarios y seguros que genera este negocio continúan, aunque algo menos que antes.
A algunos les sorprendió que Philip Morris, fabricante de Marlboro, decidió hacer exactamente lo contrario que su competidor directo en España, al bajar los precios poco después de que estos inicialmente los subieran.
No nos debe sorprender que quieran proteger su cuota de mercado y su crecimiento, especialmente en su segundo mercado más rentable de Europa, después de Grecia, ya que, en este negocio, la cuota de mercado asegura los altos flujos hasta ahora recibidos, aunque con presiones hacia la baja por las maniobras internas e imposiciones externas.Entendiendo la estrategia de protección de cuota y de flujo de estas empresas, los gobiernos no pueden dejar en manos de estas empresas la política de precios y la estrategia de venta.
Se han hecho muchos estudios sobre el vínculo entre el precio del tabaco y cómo afecta su consumo, la elasticidad de los precios. Se estima que un incremento del 10% en los precios del tabaco reduce el consumo total entre 3-5% y, más importante, reduce el consumo entre los jóvenes de entre 15-19 años en un 17%.
El gobierno no sólo debe aumentar los impuestos sobre el tabaco, sino también debe fijar los precios de venta final que deberían aumentarse progresivamente, con su consecuente impacto sobre el consumo.
Las empresas tabaqueras tendrán hueco dentro de los márgenes que les queda para sus maniobras de marketing, promoción y beneficios y también para sus guerras entre si.

ANALISIS

- El tema tratado es cómo afectan los impuestos que pone el Gobierno sobre el tabaco, y el poder que tiene para fijar sus precios. La finalidad de este monopolio por parte del Gobierno es que baje progresivamente el consumo al ir aumentando los precios.

- La teoría vista en clase que podríamos aplicar a este caso, sería la elasticidad de la demanda, es decir, como observar el comportamiento de los consumidores, en función de cómo suban y bajen los precios.
Existen distintos tipos de gráficas de demanda, dependiendo del producto al que nos estemos refiriendo. Dependiendo también de su escasez en el mercado, de la renta de los consumidores, de lo que haya variado el precio, de la utilidad personal que individualmente se le atribuya, y de si se considera un producto de mayor o menos necesidad.
a) Demanda perfectamente inelástica: E= 0
b) Demanda inelástica: E<1 e="1">1 la variación porcentual de la cantidad demandada es mayor que la variación porcentual del precio. Los ingresos aumentan cuando el precio baja.
e) Demanda perfectamente elástica: E= infinito.

- En esta noticia por tanto, se tiene que analizar en función de un aumento del precio del tabaco impuesto por el Gobierno, las consecuencias que traerá en cuanto a la cantidad demandada y cómo reaccionarán los consumidores.
Ante un incremento del 10% en los precios del tabaco se reduce el consumo total entre 3-5% y, más importante, reduce el consumo entre los jóvenes de entre 15-19 años en un 17%.
Es decir, el tabaco, como producto demandado, tiene una curva de demanda elástica, ya que si se produce un aumento del precio el consumo se reducirá porcentualmente. Ya que el tabaco como otros productos, no son de primera necesidad, por lo que se puede prescindir de ellos, por tanto habrá un porcentaje de la población que no esté dispuesto a pagar ese aumento del precio para consumir un bien que no les resulta imprescindible para vivir.

- Si lo que el Gobierno pretende es que disminuya el consumo del tabaco en la población, entonces deberá subir los precios, debido a los resultados del mercado y ver que efectivamente se ha producido un descenso.
Así se ve, que además de que una parte de la población deje reconsumir, que es lo que se quiere, se recaudan más impuestos a costa de aquellos que no se resignan a dejarlo. Hasta que llegue un momento, en el que como va aumentando progresivamente el precio, todos dejen de consumir un bien que ahora se considera de lujo.

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